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Mostrando entradas de marzo, 2009

Vengan y vean

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Al grito de "vengan y vean", un actor de circo invitaba a los transeúntes a acercase y ver el espectáculo que se ofrecía, algo único, nunca visto, raro y fuera de lo común. A este tipo de "funciones" los seres humanos estamos acostumbrados, prácticamente hoy por medio de la publicidad, y del "marketing" somos invitados a ver, y creer en todas las teorías, propuestas, y mercancías de lo más variopintas....sin que algo o alguien nos atraiga, podríamos incluso pasar sin percibir lo que nos rodea, el intelecto, y el alma del hombre esta tan embotado que casi nada, literalmente, nos llama la atención. Por esto de día en día el hombre busca y se inventa o reinventa todo para atraer al menos por 20 segundos la atención de alguien. En el Evangelio de San Juan, capítulo 12, 32, nuestro Señor dice: "Cuando sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos a mi" y todos los Padres de la Iglesia han coincidido en que se refería a la forma en que moriría, pero igu

San Chrysantos y Daría, Ejemplos de Luz

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Santos Chrysantos y Daría (con ellos Claudia, Hilaria, Jasón y Mauro) fueron martirizados en Roma en el año 283. San Chrysantos fue el hijo de un senador ilustre. Tuvo una brillante educación y empezó a amar las letras desde su juventud. Compró el Evangelio y las epístolas de los apóstoles y los leyó con mucho interés. Lo maravilló la superioridad del Evangelio, pero no entendía muchas cosas. La providencia de Dios hizo que Chrysantos conociera a un sacerdote quien le explicó detalladamente la fe cristiana. Profundizando en el estudio del Evangelio y sintiéndose iluminado con la moral cristiana. Chrysantos dejó los equívocos paganos de su familia y se bautizó. Él quería convertir a otros paganos a la fe cristiana y empezó a predicar el Evangelio sin miedo. Cuando su padre, un fiel pagano, supo del bautismo de su hijo y queriendo alejarlo del cristianismo lo encarceló dejándolo con frío y sin comida. Pero los sufrimientos solamente reforzaron la fe de Chrysantos. Entonces, su padre lo

El lugar de la homilia en la Liturgia Ortodoxa

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En nuestros días, el lugar de la homilía en la Liturgia Ortodoxa varía según las regiones. Frecuentemente se la omite, quizá por la fatiga del celebrante o porque no desean ser criticados a sus palabras por los fieles, los cuales generalmente son muy acusiosos para descubrir errores. En Rusia por ejemplo la homilía se la realiza al final de la liturgia o antes de la comunión de los fieles y justo después de la comunión del Clero. En Europa occidental la mayoría de sacerdotes predican al final de la liturgia. Hay que reconocer con sinceridad que estas practicas no tienen ninguna lógica litugica. Los estudios que hemos realizado nos iluminan dándonos a entender que desde los primeros siglos del Cristianismo la predica iba inmediatamente después de la lectura del Santo Evangelio. Algunos "fariseos" ortodoxos dicen que esto rompería el curso de la oración liturgica, y que no permitiría una fluidez en la ceremonia distrayendo a los fieles. Esta apreciación puede ser totalme

Los Cuarenta Mártires de Sebaste

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Cuarenta soldados muertos durante una de las persecuciones romanas en Sebaste (Armenia Menor), cuyo martirio tuvo gran resonancia en Oriente y también en Occidente. Por ello, no es de extrañar que se conserven varias versiones de la Pasión, y que muchos Padres de la Iglesia oriental se ocupen de ellos, y les dediquen algún sermón; entre ellos, S. Efrén, S. Basilio el Grande (In sanctos quadraginta martyres, PG 31,507 ss.) y S. Gregorio Niseno (PG 46,749 ss.). Además se conserva el testamento de los 40 mártires, con su última voluntad. Esta Pasión es ciertamente auténtica; escrita por un autor contemporáneo, aunque no parece el testimonio de un testigo presencial. Las varias versiones que se conservan coinciden en lo principal, aunque se diversifican a veces en detalles secundarios (cfr. D. Ruiz Bueno, Actas de los mártires, Madrid 1951). En España también fueron conocidos a través de una Pasión, que no es otra cosa sino un sermón de S. Basilio. El relato de la Pasión cuenta que muriero