Haced todo para la Gloria de Dios (II)

2) “¿Qué debo hacer cuando entro en el Templo de la Iglesia Ortodoxa?”

Antes que nada, debe tener cuidado de no llegar tarde a la Divina Liturgia. No es costumbre Ortodoxa el llegar tarde, esta es una falsedad algunas veces difundida por personas ignorantes. Nunca puede considerarse como “correcto” el llegar tarde a un evento, peor cuando se trata de un rito o culto religioso, donde nuestro encuentro es con Dios. Llegar tarde al templo una vez que el servicio ha comenzado es una falta de respeto al Señor, y si en alguna ocasión esto sucediera por un suceso inesperado, entonces debo llegar sin causar molestias a los otros fieles.
Las costumbres ortodoxas enseñan a llegar con tiempo antes, primero para poder acceder al sacerdote para la confesión, y Segundo para hacer una debida preparación de nuestra alma para el encuentro más importante con nuestro Rey Celestial.
En cuanto entremos al templo, nosotros hacemos la Señal de la Cruz, reconociendo así la santidad del lugar.
Aunque nos encontremos con personas amigas, o incluso familiares no es correcto el hablar con ellos, incluso aunque sean “solo unas palabritas”, inmediatamente enfocamos nuestro corazón y nuestras mentes en Dios, podemos evidentemente saludarlos con un leve movimiento de cabeza o una sonrisa, porque hemos venido a encontrarnos con Dios y solo después de dedicarle el tiempo necesario podemos encontrarnos con las personas.
Vamos ante el ambón del Icono de patronaje en medio del templo, todos los templos ortodoxos están dedicados a un misterio de fe o bajo un santo patronaje, por ejemplo templos dedicados a la Santísima Trinidad, a la Madre de Dios bajo tal o cual advocación o un Santo determinado como San Nicolás, San Jorge, San Demetrio, etc. Esto lo sabemos porque además dentro del templo aparte del Iconostasio, existe un ambón o atril, donde se coloca el Icono del Patronaje, y lo normal es al ingresar besar el Icono de este santo patronaje. En algunas iglesias el patronaje está en un magnifico porta-icono o contenedor enriquecido, ante el cual de manera particular se le encienden veladoras, en otras Iglesias también se coloca otro ambón donde se coloca el icono de la fiesta que la Iglesia este celebrando ese día o esa semana. La forma correcta de venerar un icono es hacer la señal de la cruz sobre nosotros mismos por dos ocasiones, en cada ocasión agachándose hasta casi tocar el piso, luego besar el icono propiamente, y hacer por ultimo otra señal de la cruz. Recordemos sobretodo para las mujeres que no deben llevar puesto pinta labios para no dejar una marca sobre el santo icono, así como debemos cuidar de que los niños cuando lo vayan a hacer estén con sus labios limpios. (Si es el icono de nuestro Señor normalmente se le besa uno de sus pies, si es un icono de la Madre de Dios con el niño, se besa el pie del niño, y la mano de la Madre de Dios que lo sostiene, si es un santo se besa su mano, el Evangelio si lo lleva, o el signo de su martirio.)
Después de venerar el icono del patronaje, se debe continuar para venerar el iconostasio (muro principal de iconos). Nuevamente usamos el mismo procedimiento que se hizo con el icono del patronaje, se hace primero con Cristo, la Madre de Dios, el Santo Patrono y San Juan bautista si es el caso. Una vez que hemos realizado estos gestos de veneración saludando a la Iglesia Celestial ante la cual rendiremos culto a Dios, nos unimos a todos los presentes en la Asamblea de los fieles.
Es común igualmente que antes o después de estos “saludos” a los iconos, se encienda una vela. Tomando una o las necesarias velas de la mesa donde están dispuestas, dejamos algo de dinero, en cantidad suficiente como para cubrir el valor de la cera de abeja, así también como el trabajo de los monjes o monjas que las elaboran, recordemos que el precio que puede estar sugerido en algún letrero es el valor base que nos piden, pero que siempre podremos ayudar algo mas para que esta producción de velas sirva también a la manutención de aquellos que oran por nosotros. Luego nos colocamos ante los candelabros de vivos y difuntos y colocamos las velas orando un poco por cada persona por la que pedimos particularmente. Recordemos que las velas encendidas representan la llama de Cristo encendida en esas personas por las que pedimos, por tanto no son un substituto de nuestra oración por esas personas por las que debemos estar orando todo el tiempo que permanecemos en el templo. Encender una vela simboliza nuestra petición que esta ante el trono de Dios pidiendo dar luz espiritual, iluminación que haga desaparecer toda tiniebla del mal, en las personas que pedimos sean vivas o difuntas.
Normalmente se debe permanecer desde el inicio hasta el final de los Servicios ortodoxos, no se debe llegar tarde o salir antes de tiempo. Recordemos que en la mayoría de templos ortodoxos en el mundo NO HAY ASIENTOS sino solo para los ancianos o muy enfermos, en nuestra jurisdicción nuestro arzobispo ha permitido que podamos tener asientos en consideración a la costumbre romana muy generalizada, por tanto debemos comprender que estamos beneficiados de una concesión no común en la Iglesia Ortodoxa. Hay exclamaciones – oraciones ante las cuales debemos permanecer de pie: “Bendito Sea el Reino del Padre…..”, durante la pequeña entrada con el Evangelio (al que debemos acercarnos –no esperar que se acerque a nosotros- y besar cuando pasa), el Trisagio, la lectura del Evangelio, el himno Querúbico (desde que se canta “apartémonos de todo interés mundano…..”y mientras pasan los Santos Dones), durante el Credo, La Anafora (después que el Diacono dice “Estemos de pie!” o “Levantémonos!”) y cada vez que el Sacerdote u Obispo inciensa a los fieles o los bendice.

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